La planificación urbana se diluye en mera anécdota si no
la entendemos como aquel proceso que permite ordenar y construir ciudad,
poniendo en relación espacio urbano y social en el tiempo. Algunas ciudades (Barcelona, Curitiba,
Medellín, Rosario) lo entendieron así en algún momento de su historia. No se
trata de ciudades perfectas, ni menos aún de gobernanzas inmaculadas, se trata
de entender que la ciudad es una construcción compleja en el tiempo y que su
transformación debe establecerse a partir del consenso de los que habitan
diariamente para proyectar objetivos comprometidos con el futuro. Celina Caporossi,
catedrática de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
En el estudio
sobre percepción de seguridad,
victimización y cultura ciudadana: sus relaciones en cinco contextos
iberoamericanos, José Ignacio Ruiz de
la Universidad Nacional de Colombia y Luis
Alfredo Turcios de la Universidad Tecnológica de El Salvador advierten que el
miedo al delito es uno de los temas sociales a los que debe dar respuesta la
política de los países, por sus posibles
repercusiones en los ámbitos públicos de la salud, la economía y la interacción
de los ciudadanos con el sistema de justicia. Niveles altos de miedo al delito
pueden afectar la conducta social en el espacio público, alimentar los sistemas
de vigilancia privada, las formas
privadas de justicia y amenazar la democracia a favor de alternativas que
prometen seguridad. Este trabajo halló
que una mayor Cultura Ciudadana se
asocia principalmente con mayor satisfacción con la policía, con mejor balance de
clima emocional, menos temor al delito y, en menor grado, con menor
victimización personal. Retomando la definición de cultura emitida en la Conferencia
Mundial sobre Política Cultural, realizada en México
en 1982, como "el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos, que caracterizan una sociedad
o grupo social. Ello engloba, además de las Artes y las Letras, los modos de
vida, los derechos
fundamentales del ser humano, los sistemas
de valores,
las tradiciones y las creencias", La Ley
General de Cultura de Colombia la define así: "Cultura es el conjunto
de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales
que caracterizan a los grupos
humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos
humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias". En otras palabras, cultura es todo lo que
hacemos, es todo lo aprendido a través de la socialización,
es el comportamiento
que se refleja a través de las tradiciones, costumbres, idiosincrasia, etc. y
que surge en la medida que las sociedades
evolucionan, por lo tanto, es una
expresión cambiante, a la vez que es interdependiente, es un reflejo de la estructura
económica y permite a los individuos miembros de una sociedad diferenciarse de
los otros, identificarse con los propios, llevando de esa manera a la formación
de una conciencia individual y social. Es la manera total de vivir de un
pueblo, el legado que el individuo
recibe de un grupo. Resumiendo todo lo anterior, la cultura es un lugar de
encuentro que permite el diálogo
con la diversidad, es, a su vez, un espacio de búsquedas colectivas y la
formulación de un proyecto
futuro para los grupos humanos. Por otro lado y para dejar claro los términos llegamos
al concepto
Cultura
Ciudadana, puesto en marcha por el entonces Alcalde de Santa fe de Bogotá y ex candidato presidencial en las pasadas
elecciones en Colombia, Dr. Antanas Mockus en su primer período de gobierno
municipal (1994-1997), y se materializó en el plan
de desarrollo "Formar Ciudad"
como una de las seis prioridades del mismo. Desde entonces, la Cultura Ciudadana ha sido entendida como
el conjunto de los comportamientos, valores, actitudes
y percepciones que comparten los miembros de una sociedad urbana y que
determinan las formas y la calidad
de la convivencia, influyen sobre el respeto
del patrimonio
común y facilitan o dificultan el reconocimiento de los derechos y deberes
ciudadanos. Encontramos varios planes que abordan el concepto de cultura
ciudadana: El Programa Cultura Viva:
Hacia una seguridad sostenible en la Delegación Venustiano Carranza, en la
ciudad de México en 2006 y que toma como fundamento básico la Seguridad sostenible: políticas que consideran la desigualdad social como
la causa fundamental del delito y buscan minimizar todos los tipos de exclusión
(territorial, social, cultural, de edad, género, etc.). Se concentra en la
atención de las causas del delito como una medida que en el largo plazo puede
transformar positivamente la sociedad. En
seguridad sostenible se privilegian 4 áreas de trabajo: Urbanismo,
promoción de la cooperación de los habitantes en la cualificación de
los espacios públicos y la mejora de la vivienda, así como la regeneración del
hábitat en zonas marginales para proporcionarles visibilidad y dignidad. Cultura, creación de un ambiente de seguridad
mediante actividades para la población que favorezcan la integración ciudadana.
Acción
socioeconómica y educativa, acciones
preventivas tendientes a generar empleo in situ, disminuir la deserción y ausentismo escolar,
generar programas de formación para los sectores más vulnerables de la
población. Innovación política y
legal, cambios normativos,
organizativos y de gestión, propios de la modernización administrativa,
enfocados al acercamiento del gobierno local a la gente y la resolución de los
problemas. El plan de Desarrollo 2001-2004 "Bogotá para vivir todos del mismo lado",
contempló como uno de los seis objetivos
del plan, el objetivo de Cultura
Ciudadana. En Medellín, Colombia el actual alcalde con un fuerte convencimiento de la necesidad de
presencia institucional en los barrios, y como un refuerzo a la Cultura Ciudadana, dijo: “estamos
decididos a no dejar ni un rincón de la ciudad solo”. Y agregó: “Caminaré esta
ciudad, rincón por rincón, para identificar dónde están las bandas
delincuenciales” y lanza el proyecto de los centros de atención inmediata, los CAI Periféricos, espacios
técnicamente funcionales que se convierten en nuevos referentes urbanos,
los cuales a su vez dignifican y generan sentido de pertenencia entre los
habitantes de los sectores donde se localizan. De esta manera, la Administración Municipal actual contribuye a generar
sentido de pertenencia de los residentes con sus zonas de influencia, y la
arquitectura se vuelve plataforma para que los ciudadanos tengan un espacio
para la cultura, el civismo, y el sano esparcimiento. Servirán de apoyo a los
organismos de seguridad y de justicia para prevenir y contrarrestar las
actividades delictivas y promover la convivencia en la ciudad. Se caracterizan
por estar ubicados en el perímetro urbano de la ciudad y por el faro o chorro
de luz dirigido hacia el cielo. Por su ubicación estratégica facilitará que las
autoridades tengan una visual amplia de diferentes sitios de los barrios y así
poder actuar de manera rápida para atender los requerimientos de seguridad de
la ciudadanía. Los CAI Periféricos (Centros de Atención Inmediata) parten
del concepto arquitectónico de “edificios públicos como íconos barriales” donde
la arquitectura es también protagonista en el paisaje y se generan referentes
de ciudad que dinamizan los barrios. En fin, encontramos que en lo que respecta
a la ciudad, seguridad y cultura la diferencia la hace el concepto y la acción,
actuar… hacer… es la diferencia.
Armando
García Orso
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