martes, 7 de septiembre de 2010

Ciudades Creativas…una oportunidad para reinventarse

Una línea de cómos, más allá de los qué /Gonzalo Carámbula, Montevideo.

Traigo de vuelta un tema recurrente necesario recordar en este momento: la creatividad. Universidades, empresas, asociaciones, individuos, instituciones públicas y privadas unieron sus estudios e investigaciones, su inteligencia e intuición, su fuerza y su creatividad para conocer mejor las ciudades y para indagar cómo pueden ser más sostenibles, amigables, productivas y creativas, orientadas a la mejor vida del hombre que las habita en el I Congreso Internacional de Ciudades Creativas el año pasado en España. Su director hace la presentación: “Las ciudades son una de las grandes manifestaciones del hombre. Son espacios elegidos para vivir y para vivir de una manera determinada. La ciudad es la cristalización de la actividad creativa del hombre, es contenido y continente, es actividad y descanso, lugar de encuentro y punto de partida, es soledad y muchedumbre, es estrellas sobre los tejados.  Está ligada al desarrollo humano. En ella confluye la actividad de todas las ciencias y el sentido de todas las miradas. Es un ejercicio constructivo de la creatividad. Fluida, flexible plural. Para avanzar le pide al hombre que la habita imaginación, trabajo, coherencia, interactividad, espíritu colaborativo y solidaridad. Los edificios públicos, las escuelas, las grandes avenidas,  altas torres, los mercados, las iglesias, los cines, las calles, las casas, los museos, los bares, las librerías, los restaurantes, el metro, los quioscos, los transportes, las tiendas, los parques… la ciudad, serán el foco de nuestras miradas en este Congreso de creatividad de Ciudades Creativas”. Este congreso es parte de la iniciativa de la UNESCO: La Red de Ciudades Creativas que pone en contacto a ciudades creativas de tal manera que puedan compartir conocimientos, saber hacer, experiencia, habilidades directivas y tecnología. Las ciudades pueden solicitar la admisión a la Red y adherirse al programa, asegurándose así la posibilidad de jugar un continuo rol como centros de excelencia creativa apoyando al mismo tiempo a otras ciudades, especialmente a aquellas pertenecientes a países en desarrollo, a cultivar su propia economía creativa. Cuando se iniciaron las tardes de Danzón en el 2002 en el Instituto de Cultura de Baja California a iniciativa de Fernando Tapia conductor del programa radial México de Noche de 102.5FM y la maestra Leticia Almanza, con el incondicional apoyo de Sergio Dodero gerente de Fusión-IMER. Éstas propiciaron la creación , en la representación del ICBC en Tijuana de aquel tiempo, el Programa de Fomento a la Música Popular para que esta actividad no fuera un hecho aislado y se gestara un movimiento real, así se sumaron otros proyectos como las tardes de tango, flamenco, salsa, las clases de música popular coordinadas por el incansable maestro Ruvalcaba quien fomentó a su vez la creación de la orquesta “Época de Oro”, movimiento enfocado a dar a conocer la música popular, generar empleo a los músicos locales y abrir espacios públicos a la música en vivo, traigo esta experiencia a la memoria porque detrás de ésta y otras iniciativas surgidas del movimiento independiente como Entijuanarte, Festival de la Ciudad, Revolución en Movimiento, Festiarte, Fronteras México, Tijuana Progresivo, Pasaje Rodríguez Arte y Diseño, la ópera en la Calle entre otros, reside un factor común…la creatividad. La creatividad entendida de manera concreta como la capacidad de producir respuestas originales a cualquier problema y aludo a dos maneras de percibir la información o el problema a resolver: una, la “secuencial lineal” que en el caso de tener un platón con 1000 esferas, 999 blancas y una roja una persona irá revisando bolita por bolita hasta encontrar la roja y en la otra manera, la “simultaneidad visual”, la persona observará visualmente el conjunto y verá que una es roja, esto es resolver el problema como un todo. Por supuesto que en la realidad estas maneras de percepción no se dan una o la otra, pero ilustran cómo la creatividad radica en el modo de percibir. Si los gobiernos percibieran de manera global la ciudad o el estado, entenderían que la dimensión social, la dimensión ambiental y la dimensión económica deben estar cobijadas por la dimensión cultural que es la dimensión donde radican los valores, las aspiraciones, las relaciones, la diversidad, la creatividad, la innovación y la vitalidad es decir transforma los otros ámbitos en calidad de vida y para lograrlo son necesarias las alianzas con todos los actores de la sociedad y no sólo de la localidad o la región, es necesario ampliar esta visión de manera global para establecer puentes en todas direcciones, entonces y sólo entonces dejaremos de oír el que el presupuesto no alcanza frase que oculta precisamente la ausencia de creatividad. Cuando la promoción económica entendida en generar recursos al gobierno, las instancias policiales como fuerza bruta, el desarrollo social convertido en la distribución de soluciones inmediatas y volátiles llenan la agenda de gobierno es síntoma que la dimensión cultural está ausente. . Para el profesor de la Universidad de Osaka Masayuki Sasaki, la creatividad de la ciudad «es la mediación de la cultura y la industria; las ciudades son responsables de gran parte de la producción de la actividad artística y tienden a dar cabida a industrias que se especializan en la innovación y que pueden dar soluciones a grandes problemas». En el fondo se trata de entender la ciudad, además de otras estrategias- económica, ciudadana, turística- también como una estrategia cultural. Pero asumiendo que “lo cultural” va más allá de lo que se diseña en las oficinas o dependencias específicamente culturales, que es indispensable “culturizar” los planes estratégicos y las visiones de futuro de la ciudad, y, además, conocer su dinámica cultural real para interactuar con ella… la creatividad como herramienta vital.

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