viernes, 10 de septiembre de 2010

Enfrentar una realidad para visualizar un mejor futuro.

“Hay otra realidad llamada ficción” José Emilio Pacheco


En tiempos de elecciones no podemos dejar pasar aquellos detalles que hablan de una falta de conciencia o de conocimiento de lo que realmente necesita nuestra ciudad o lo que se ha hecho por ella de manera negativa o positiva. No es posible que el candidato de un partido diga con toda indolencia que si gana las elecciones elegirá a la candidata por el PRD a la presidencia municipal, como directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura-IMAC, “porque es una artista”, esta declaración es verdaderamente preocupante. Denota una falta absoluta de lo que significa la gestión cultural, el proceso de profesionalización que se está dando en las distintas estructuras culturales, fruto de la creciente complejidad de la gestión, la progresiva importancia que asumen los sectores de la cultura, así como los procesos económicos, políticos y sociales que el desarrollo cultural implica, que reclaman recursos humanos adecuadamente capacitados con la necesaria experiencia en el campo de la gestión y preparados para aprovechar todas sus potencialidades. En un artículo anterior anotaba que “El rol de los municipios en la promoción cultural es importantísimo: no pueden parar, deben mantener la vida cultural y promover las acciones, su acción es directa y debe ser menos ostentosa, efectiva y con continuidad. La sociedad civil también debe asumir su parte y tener un protagonismo que alcance un nivel de actividad y de presencia que las estructuras de gobierno no pueden asumir. Se trata de anclar la cultura en todas las políticas de desarrollo, ya conciernan a la educación, las ciencias, la seguridad, la comunicación, la salud, el medio ambiente o el turismo y de sostener el desarrollo del sector cultural mediante industrias creativas, así a la vez que contribuye a la reducción de la pobreza, la cultura constituye un instrumento de cohesión social. La creatividad y la expresividad se traducen en una forma de autoestima y de capacidad de resistencia”. Cómo puede un candidato del PRI hablar de desarrollo cuando basta ver el entorno de la sede de su partido para ver el abandono y la falta de visión integral necesaria para administrar una ciudad. Escribí en otro artículo sobre la dimensión cultural del espacio: “El espacio público es espacio de historia, de identificación con el pasado de toda ciudad, que expresa identidades y orígenes comunes. A partir de dicha identidad con el pasado el espacio público se convierte en espacio de relación social, de identificación simbólica cotidiana, de expresión e integración cultural, representando físicamente la idea de lo colectivo en el territorio de la ciudad como hecho del día a día. El espacio es finalmente el entorno alrededor de la gente, siendo a la vez que espacio de la ciudad, espacio de la construcción y consolidación de la ciudadanía”. El candidato del PAN a la presidencia municipal dice que la ciudadanía sabe que su partido ha logrado una gran obra pública, cuidado, el sentido cultural que pretende este candidato darle a su administración no se refleja en lo hecho en el pasado, comenté con anterioridad que “ahora mismo somos testigos de un gran proyecto de pavimentación en la ciudad, que no trasciende del sólo hecho de una plancha de concreto de miles de metros cuadrados donde la oportunidad de replantear conexiones viales , de diseñar ciclovías, ligar espacios públicos, el rediseño del mobiliario urbano y la señalética, rutas peatonales tangenciales, donde sin necesidad de un estudio profundo, las reclaman, el diseño de nuevos espacios verdes, simplemente no se contempla”. La obra pública concebida bajo la dimensión cultural habla en otros términos, vinculada más al ciudadano que a la inversión y metros cuadrados. En otros partidos el tema de la cultura está totalmente ausente. Y perdonando la recurrencia ya había comentado en otros artículos que para los políticos es una oportunidad única de integrarse a la visión global de asumir la cultura no como un instrumento, sino como una inversión ineludible en la base social que nos permitirá lograr los fines del desarrollo sustentable. Para los empresarios es una inversión rentable a través de la seguridad y el bienestar. Como efecto, la cultura es la parte fundamental de nuestra visión del mundo, pero como causa, da lugar a cambios inimaginables de actitud que garantizan, por ejemplo, la paz y el desarrollo, o simplemente para mantener con vida el planeta, o simplemente modificar nuestra percepción de nuestro entorno. Como ciudadanos somos responsables de elegir correctamente.

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