domingo, 16 de mayo de 2010

EL CENTRO, en espera de acciones


“la problemática que plantean aquellos espacios dedicados al culto ciudadano y que por ausencia de ellos nos perfila simplemente como forasteros en tránsito”
Arq. GuillermoBarrenechea/agosto 28/ 2000


Allá por el año 2000 fuimos convocados, por el arq. Guillermo Barrenechea, algunos arquitectos, promotores culturales e investigadores a reflexionar sobre el Centro de la ciudad, fue un ejercicio interesante y que arrojó interesantes planteamientos en torno a la importancia de rehabilitación del corazón de la ciudad.
La Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos (OLACCHI) una organización internacional dirigida hacia una adecuada renovación e innovación del patrimonio de los centros urbanos de la región rescatando, de esta manera, las expresiones culturales propias del territorio Latinoamericano y del Caribe propone elaborar un Plan de Manejo, que es el documento guía que señala un conjunto de estrategias en las que se establecen las pautas generales para el uso, preservación y gestión de los centros históricos, que contempla factores históricos, urbanísticos, económicos, sociológicos y técnico-administrativos con el fin de implementar programas y actividades que garanticen y estimulen una coexistencia equilibrada entre habitantes y usuarios con las edificaciones, los monumentos, el espacio público y las instituciones, elaborado por todos: Autoridades, especialistas, habitantes, usuarios, comerciantes, trabajadores, jóvenes, visitantes, adultos mayores, estudiantes, amas de casa, oficinistas, empleados de la zona.
Si aludimos al concepto de Pluricentralidad, que define a la ciudad plural y que habla de que las ciudades no tienen un sólo centro histórico, como lo perciben las corrientes conservacionistas, sino varios tipos y cantidades de centralidades definidas por momentos históricos, concentración de funciones o espacios significativos socialmente, podríamos dejar por el momento la definición de “histórico” al centro de Tijuana para destrabar las acciones pendientes de su revitalización y me explico para evitar confusiones:
El IMPLAN, Instituto Municipal de Planeación, definió en su momento el área central de la ciudad sujeta a ser nombrada como el centro de la ciudad, consensada y aceptada, pero para ser nombrada esta área como Centro Histórico la ley obligaba a avisar a los propietarios de la zona con notificación escrita enviada a su domicilio y colocar en los principales medios escritos la intención de este nombramiento para quien no estuviera de acuerdo así lo expusiera. Reuniones de planeación se realizaron por docenas, se establecieron criterios, se aceptaron políticas de intervención pero nunca fue posible conseguir que se llevara a cabo esta notificación. Yo propuse avalado por otros participantes que dejáramos por el momento el tan discutido nombramiento de Centro Histórico, como lo indico anteriormente y nos pusiéramos a trabajar en acciones concretas considerando la importancia de su centralidad y que incluso ayudarían en su momento a la aceptación como Centro Histórico.
El centro es un espacio público reconocido no a partir de sus partes aisladas sino por el todo. Tiene un significado público como un todo y un espacio de todos y ello es posible por su condición de centralidad y por la variedad de actividades, de funciones, de gente y espacios.
Arquitectónicamente el centro de Tijuana posee edificios de valor por su testificación de un momento histórico y que actualmente los encontramos escondidos detrás de una infinidad de anuncios sin control alguno, una de las acciones pendientes, que llevándose a cabo nos sorprenderíamos de la imagen recuperada. La nomenclatura, el tratamiento de las aceras, el rediseño de la iluminación, la reglamentación del uso del espacio público, el mobiliario urbano, la ordenación del transporte urbano, la obligatoriedad de los precios marcados a la vista del público en la Av. Revolución, como bien lo comentó un taxista de la ciudad en una entrevista televisiva, que aunado al sobreprecio de la mercancía, al quintaje de la alpaca como plata, de la chapa de oro como oro puro, a la etiqueta del puro veracruzano como hecho en Cuba, a la molestia de los “ jaladores” , a la extorsión de la policía y al acoso sexual a las turistas tienen hundida la otrora avenida principal del turismo, aunque sus actores se niegan a reconocerlo aún ante tanta evidencia.
El Centro se ha convertido en un espacio de flujo y privado, un “no lugar”. Es urgente un encuentro de voluntades y un asumir responsabilidades, reformar los discursos que no llegan a toda la población. El centro puede ser vivido de muchas maneras y así debe ser entendido y comunicado para potenciar su esencia. Las reflexiones están dadas, ahora se espera la acción.
Instamos a las autoridades de áreas metropolitanas a elaborar mecanismos y a fomentar, según proceda, instrumentos jurídicos, financieros, administrativos, de planificación y coordinación, con el fin de lograr ciudades más equitativas, ordenadas y funcionales;
Declaración sobre las ciudades y otros asentamientos humanos en el nuevo milenio
ASAMBLEA GENERAL DE NACIONES UNIDAS

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