jueves, 20 de mayo de 2010

Observatorio Ciudadano del Espacio Público.



“Esperamos contribuir a las transformaciones sociales, culturales e institucionales de Tijuana y la región mediante la promoción de una ciudadanía activa e intercultural de modo de permitir que las comunidades locales y las personas ejerzan sus derechos humanos en un contexto de diversidad, reciprocidad y respeto”.

Como ciudadanos estamos presentes pero invisibles, ocupamos el espacio pero sin participación y la ciudad carece cada vez más de identidad, se vuelve superficial y caricaturizada a través de una imagen que intenta rentabilizar a toda costa la explotación de su propia marca pareciéndose a la imagen “del otro lado”. La reconversión del espacio público en escaparate. Como está íntimamente relacionado con el comercio, para asegurar las ventas se necesita tener bajo control al consumidor, cuantificar y registrar sus movimientos, conocer quién compra qué, con qué frecuencia, dónde y a razón de qué. A cambio, el ciudadano, el consumidor, obtiene una buena dosis de entretenimiento, eficacia, libertad de elección, con una sensación de participación ciudadana y seguridad. Inclusive los proyectos culturales se alían al mercado negando su capacidad de generar sus propias dinámicas generadoras de cambio. Con un panorama de violencia, calentamiento global, ajustes económicos, criminalidad, vivienda controlada por el interés económico, maltrato infantil, violencia contra la mujer, tsunamis y terremotos, narcotráfico, donde domina lo malvado en un imaginario de lo incontrolable y amplificado por los medios, vamos cediendo poco a poco a los controles del estado, al no-movimiento, la no-iniciativa, a no ver nuestro entorno. Es necesario percibir el espacio público no sólo como una estructura física sino también como una estructura donde se producen relaciones. Por un lado aquello construido por el Estado, los urbanistas, los arquitectos, por otro lado el espacio vivido por sus habitantes a través de símbolos, imágenes e intercambios donde la ciudad se construye colectivamente a partir de la experiencia, misma que el fotógrafo Roberto Córdova propone recuperar a través de imágenes de los mismos ciudadanos en un proyecto futuro, y por último tenemos el espacio en el que cada ciudadano habita, recorre e interpreta en la ciudad. El espacio es algo vivo y dinámico, como lo planteaba el pensador francés Henri Lebfevre, que se produce desde las vivencias cotidianas y de la manera como el ciudadano común lo practica y observa. Un eje fundamental del área de ciudadanía, refiriéndonos a la forma en que cada persona actúa en el tejido social, es construir espacios públicos que favorecen el contacto y la cohesión social dentro del marco de una sociedad diversa, donde el individuo “se hace” ciudadano interviniendo en la construcción social y cultural de la ciudad. Un habitar que piensa el espacio público como espacios colectivos y de uso social donde pueden interactuar el disfrute, el estímulo, la fiesta, la admiración, el ensueño y la intuición. Una forma positiva de contribuir a revalorar nuestro espacio es con la creación de un Observatorio Público del Espacio Público. ¿Por qué un Observatorio Ciudadano? Los observatorios son formas de participación cuya primera expresión se dio en Suecia en 2002, logrando eco en países de Europa y América Latina, como Venezuela, Argentina, Chile, Paraguay y Colombia, en donde se han hecho viables a través de universidades principalmente. La participación en observatorios permite la construcción de ciudadanía, amplía la esfera de lo público, promueve que la sociedad piense qué medios e información necesita en la construcción de democracia y articula proyectos sociales con mayor cobertura. A través del Observatorio Ciudadano del Espacio Público de Tijuana podemos hacer visible aquello que requiere atención en nuestra ciudad, lo que no se hace o se hace de manera inadecuada en relación a nuestro espacio público, que los medios hagan eco de propuestas y señalamientos para construir una esfera pública donde se alimenten los proyectos de gobierno y sociedad. La falta de aplicación de reglamentos, la contaminación visual y auditiva, la falta de facilidades para los ciudadanos con capacidades diferentes, la falta de planeación, propuestas creativa e inteligentes son temas a seguir. Si estás interesado en participar en un Observatorio Ciudadano del Espacio Público, o tienes ideas o propuestas al respecto envía tus comentarios para iniciar este espacio nuestro, de la ciudad, que somos todos.

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