domingo, 16 de mayo de 2010

El espacio público secuestrado.

¿Somos capaces de generar cambios en el espacio urbano de manera que éste no solo se adapte mejor a nuestras necesidades si no también nos aporte nueva posibilidades de interacción y socialización? Benjamín Castro (ecosistema urbano)

Cuando hablamos del espacio público hemos de remitirnos a aquel territorio de la ciudad donde cualquier persona tiene derecho a estar y circular libremente (como un derecho), ya sean espacios abiertos como plazas, calles, parques o cerrados como bibliotecas públicas, centros comunitarios, etc. Para el filósofo francés Michel Foucault, el espacio es la dimensión más significativa para la humanidad contemporánea. Hoy en día el espacio se concibe a partir del tipo de uso que le dan las relaciones sociales que en él se llevan a cabo. En el espacio "contemporáneo", una acepción fundamental para las prácticas comunicativas es la del espacio público, un escenario virtual que se forma originado en la interacción de los habitantes de una ciudad. El espacio público existe en relación directa con el nivel de democratización de la ciudad. En Tijuana estamos viviendo el secuestro de los espacios públicos sin que nadie se responsabilice o tome acciones en rescatarlos.
No es posible que los comerciantes ambulantes en la zona de la línea internacional tomen por asalto un carril completo para colocar sus mercancías cuya consecuencia es el caos al cortar de golpe la circulación por ese carril, además del aumento de tiempo de cruce.
No es posible que en la calle Leona Vicario en la zona río donde se encuentran las instalaciones de la policía estatal los cuatro carriles de circulación se vean reducidos a un solo carril. Los automóviles se estacionan sin control alguno hasta en tercera línea y a nadie parece importarle, sólo a los automovilistas en riesgo de un choque o los peatones que ven invadida no sólo la banqueta sino toda la calle.
No es posible que se permita usar el lecho del canal del río Tijuana como almacén de autos. Hay que recordar que el espacio público incluye el paisaje urbano y hemos repetido infinidad de veces las consecuencias que tiene en la conducta del ciudadano estas irregularidades.
Fuimos testigos de la poca importancia que se presta al espacio público en las recientes campañas políticas donde las aceras en las casas de campaña fueron asaltadas con los autos por los diferentes partidos políticos. Mientras, en Bogotá Colombia, se crea la Defensoría del Espacio Público de la ciudad de Bogotá como un Departamento Administrativo, cuya misión es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida a través de una eficaz defensa del espacio público, una adecuada administración del patrimonio inmobiliario de la ciudad y de la construcción de una nueva cultura del espacio público, que garantice su uso y disfrute colectivo y estimule la participación comunitaria. En Bilbao, España en Julio de 2007, se crea la Oficina de Uso del Espacio Público como unidad administrativa dependiente de la Alcaldía cuya misión es mejorar la calidad de vida de Bilbao, a través de una gestión ordenada e integral de los espacios públicos abiertos que garantice su uso y disfrute colectivo. El espacio público tiene varias dimensiones: Dimensión política del espacio público: si la política es el encuentro de los intereses en conflicto, de la expresión colectiva de intereses comunes, de la visualización de lo que somos, el espacio público no es sólo representación de todo ello, sino también el vehículo para poder expresarlo. El acceso a un espacio público de calidad es uno de los ejes centrales de lo que llamamos el derecho a la ciudadanía. El espacio público expresa el diálogo entre la Administración Pública como propietaria jurídica del territorio (que faculta el dominio del suelo y garantiza su uso), y la ciudadanía que ejerce un uso real del mismo, otorgándole carácter de dominio público (apropiación cultural colectiva). Es decir, la apropiación cualifica al espacio colectivo y le otorga su condición de espacio público. La dinámica que encontremos en cualquier espacio público de la ciudad depende directamente del nivel de apropiación dado por parte de la gente, más de qué tan bien se encuentre equipado el espacio. La Dimensión Social: Si algo define al espacio público como constitutivo de la ciudad, es que es escenario del anonimato, que es la base de cualquier forma verdadera de integración social, en el sentido que nos libera de justificar nuestro origen, condición social, idiosincrasia, etc. y nos establece como iguales el uno con el otro. La Dimensión Cultural : El espacio público es espacio de historia, de identificación con el pasado de toda ciudad, que expresa identidades y orígenes comunes. A partir de dicha identidad con el pasado el espacio público se convierte en espacio de relación social, de identificación simbólica cotidiana, de expresión e integración cultural, representando físicamente la idea de lo colectivo en el territorio de la ciudad como hecho del día a día. El espacio es finalmente el entorno alrededor de la gente, siendo a la vez que espacio de la ciudad, espacio de la construcción y consolidación de la ciudadanía. ¿Que se requiere para retomar la importancia del espacio público en la ciudad? Responsabilidad de todos. Tal vez es momento de organizar un Observatorio Ciudadano del Espacio Público de Tijuana que dé cuenta de las necesidades y de las irregularidades ( secuestros) en el espacio público a través de los medios de comunicación (como esferas de lo público) quienes debieran abrir sus espacios a estas iniciativas para recuperar la ciudad.

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